lunes, 21 de octubre de 2013

Retrato aéreo


Foto en blanco y negro de un hombre
que hace saltar sobre el bastón a un perro.
Suponemos que es su perro
y quizá le restamos mérito,
porque es más difícil hacer saltar
a un perro callejero,
a ese con el que no se tiene la complicidad
del alimento y los muebles rasguñados.
En esos días seguramente no existía el alimento,
la cosa enlatada, sino sobras y huesos
aun para los más finos canes.
En esa época probablemente no había
tampoco mucha comida ni muchas sobras.
Podemos suponer que el señor está parado
sobre Europa en los años treinta o cuarenta
del siglo del cuchillo afilado
o quizá está en América,
el sombrero no ayuda a definirlo
(y en todo caso eso atañe a la dieta del perro).
Volviendo al señor, salta a la vista
que es paciente y que tiene sentido del humor:
un colérico no acepta las innumerables pruebas
para al fin lograr un único, breve salto,
y a un melancólico le parecen inútiles
el salto, el perro y el hombre que los observa.
Necesitamos, pues, un señor bonachón
y sobre todo con mucho tiempo libre.
El señor, por lo tanto, es relativamente rico
(lo cual resuelve la duda sobre la dieta del perro).
Parece joven, más bien en la franja del «joven aún»,
si es que esa sombra es un bigote oscuro.
Pero lleva un bastón. Quizá tiene alguna dolencia
o todavía ve en él un signo de estatus
o quizá lo lleva sólo para jugar con el perro,
que es, entonces, definitivamente suyo.
¿Y la cámara que toma la foto?
Tomar el bastón al salir de casa
y armarse a la vez de cámara (y fotógrafo)
indica no sólo buen carácter:
a este señor le gusta que lo veamos
ejercitando su paciencia y logrando
un elegante resultado, ese momento
en que al chasquido de los dedos
el animal accede a mostrar su fuerza posible,
su gracia elevada sobre el suelo
y la sombra que tan bien se alía
con la sombra de su dueño.
Todo eso puede ser o no.
El pie de foto sólo dice
que este señor es Alfonso Reyes,
que escribió más de cien libros,
nació hace doce décadas y murió hace cinco.
No dice cómo se llamaba el perro.






* De Versión aérea, Girona, 
Luces de Gálibo, 2010.         


No hay comentarios:

Publicar un comentario