sábado, 14 de septiembre de 2013

Dos premoniciones



Trotes
Dibujo de Luis Felipe Comendador

Hendidura, relámpago, un nombre
habrá que darle, dependiendo de si viene
de arriba o de abajo. Tal vez una sinapsis
malograda, un pulso que perdió de pronto el paso.
Aparece así, donde antes estaba el día y te dice
algo olvidado, un olor perdido, una corriente
de aire que ya no sopla. La de hoy ha sido:
“mi reino por un caballo.” Hendidura
o relámpago, se quedó trotando todo el día.





Pie de imprenta
Dibujo de Luis Felipe Comendador

Vine aquí para conocer esta ciudad
en la que se publicó hace tiempo un libro mio.
Es una ciudad desvencijada, de casas
viejas barridas por el viento, de fábricas vacías
con las puertas abiertas, como si hoy viniera
a trabajar una plantilla de fantasmas.
Aire muy denso y el frío, qué frío.
Pensándolo un poco, un gran lugar, el mejor posible
para publicar un libro de poesía: un lugar
como este, que ha comenzado a despedirse
de la existencia. Que tal vez ya se fue,
ya está en otra parte, pero no nos damos cuenta.




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* De Una fe provisional. Poesía 1992-2012, Cáceres, Ediciones liliputienses, 2013.

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