miércoles, 7 de agosto de 2013

Cinco poemas, cinco formas

de Eduardo Llanos Melussa



heme
pues aquí
soy el frondoso
árbol genealógico
de toda poesía vieja o nueva
sea adánica edénica o satánica
algunas de mis hojas caen es cierto
pero esponjan la tierra se hacen abono
mis mejores frutos estallan sobre las cabezas
de quienes se van por las ramas ramoneando
o de quienes dormitan y roncan bajo mi sombra
la verde verdad de mi follaje busca más y más cielo
por eso mis raíces se hunden en el subsuelo
acepto riegos y podas mis pájaros cantan
me olvido de esos que acuchillan mi corteza
borro sus nombres mientras voy creciendo
me asustan los hacheros que cumplen
órdenes municipales o ministeriales
¿qué daño hago yo a nadie?
A TI QUE MIRAS
TE RUEGO
RESPETAR
Y AMAR
CADA
RAMA
TODA
HOJA
CADA
HIJA
TODO
NUDO
DE MI
TRONCO
Y POR FAVOR
NUNCA ORINES
AQUÍ EN MIS RAÍCES



Curvilínea, escultura pulsátil, pulida
a lengüetazos por el viento del mar,
joya de piel dorada, exhibida en
la diáfana vitrina del verano,
esta playa donde siempre es
mediodía cada vez que tú
apareces como un sol
en bikini naranja
ondulando la
cintura,
reloj
de
arena
ardiente
y fugacísima,
gránulos de tiempo
azotando mis párpados
con aquella luz tan cruda
tan encandilantemente cruel
que a tu paso voy envejeciendo.
Diana cazadora y casadera, tensas
ese arco de tersas caderas y das en el
blanco de esta hoja: mi lápida, tu gruta.





Qué es la poesía

Más aquí

Y sobre todo aquí: Eduardo Llanos Melussa, Antología presunta, 1976-2002, prólogo de Niall Binns, México, FCE, 2003.

2 comentarios:

  1. Muy interesantes esos caligramas a la antigua usanza (y me voy mucho más atrás de Apollinaire, hasta los clásicos griegos y latinos.
    Todos me gustan, pero el de Sudamérica me ha entusiasmado.
    Un abrazo, Luis Arturo, y tamnbién para Eduardo.

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    1. Gracias, Enrique. Los de Llanos son caligramas clásicos, como dices, al estilo grecolatino. A mi me encantan. Su obra es interesantísima. Un abrazo.

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